Rifat Horoz camarada asesinado en junio de 2015 por Daesh
Durante las primeras horas de la mañana del jueves 25 de junio de 2015 un grupo de 100 mercenarios de Daesh penetraron en la parte norte de la ciudad de Kobanê a través de la línea fronteriza que divide Turquía de Siria, así como por la parte sur del cantón. Los terroristas entraron a la ciudad disfrazados como guerrilleros del Ejército Libre Sirio (ELS) lo cual les permitió burlar las fuerzas internas de seguridad Asaish (debido a la compleja situación militar en la región las tropas del ELS pueden atravesar el Rojava). Así mismo pudieron cruzar a través de uno de los puestos fronterizos controlados por el Ejército turco sin el menor contratiempo.
Llevaron a cabo su misión con éxito. Fue por medio de una serie de ataques y secuestros que se llevaron la vida de 233 personas (210 en la ciudad de Kobanê y 23 en el pequeño pueblo de Berkhbotan) e hirieron a otros 273. La mayor parte de las personas asesinadas fueron niños, mujeres y ancianos. Cabe resaltar que durante el ataque, varios de los asesinos de Daesh se encerraron en una escuela donde tomaron varios rehenes.
Las YPG-YPJ en colaboración con las Asaish pudieron perseguir a los terroristas. Varios de ellos fueron ejecutados y sus armas fueron capturadas o destruidas. Sin embargo siete de aquellos que cruzaron a través de la frontera norte pudieron volver a escapar por ahí, con la total colaboración del Estado turco quien a lo largo de todo el asedio al cantón de Kobanê atendió en hospitales militares a los heridos del Estado Islámico.
De entre las personas asesinadas se encontraba el camarada turco de origen albanés Rifat Horoz (Karker Kobani). Durante los meses de asedio al cantón de Kobanê, Rifat mostró su compromiso con la causa al colaborar en todos los pueblos cercanos a la frontera con los refugiados que huían de los horrores de Daesh. En uno de ellos (Meysanter), fundó un museo en honor a la resistencia del Rojava (llamado Arîn Mirkan) y una biblioteca. Más adelante, cuando la ciudad fue liberada, cruzó la frontera y contribuyó en su reconstrucción. Rifat dio su vida por materializar el sueño de la Revolución del Rojava.
Llevaron a cabo su misión con éxito. Fue por medio de una serie de ataques y secuestros que se llevaron la vida de 233 personas (210 en la ciudad de Kobanê y 23 en el pequeño pueblo de Berkhbotan) e hirieron a otros 273. La mayor parte de las personas asesinadas fueron niños, mujeres y ancianos. Cabe resaltar que durante el ataque, varios de los asesinos de Daesh se encerraron en una escuela donde tomaron varios rehenes.
Las YPG-YPJ en colaboración con las Asaish pudieron perseguir a los terroristas. Varios de ellos fueron ejecutados y sus armas fueron capturadas o destruidas. Sin embargo siete de aquellos que cruzaron a través de la frontera norte pudieron volver a escapar por ahí, con la total colaboración del Estado turco quien a lo largo de todo el asedio al cantón de Kobanê atendió en hospitales militares a los heridos del Estado Islámico.
De entre las personas asesinadas se encontraba el camarada turco de origen albanés Rifat Horoz (Karker Kobani). Durante los meses de asedio al cantón de Kobanê, Rifat mostró su compromiso con la causa al colaborar en todos los pueblos cercanos a la frontera con los refugiados que huían de los horrores de Daesh. En uno de ellos (Meysanter), fundó un museo en honor a la resistencia del Rojava (llamado Arîn Mirkan) y una biblioteca. Más adelante, cuando la ciudad fue liberada, cruzó la frontera y contribuyó en su reconstrucción. Rifat dio su vida por materializar el sueño de la Revolución del Rojava.
28 de junio de 2015